LOS VERANEANTES SE QUEJAN
LOS VERANEANTES SE QUEJAN Hay un rasgo de perplejidad permanente en todos los que vivimos donde otros pasan sus vacaciones. Durante el verano, entendiéndolo como una temporada durante la que la mayoría de las personas disfrutan de sus periodos de descanso laboral, salen a relucir personalidades y perfiles que se han camuflado muy bien durante el resto del año. Los visitantes llegan cargados de maletas, familia e impaciencia. Alguno de ellos con las expectativas demasiado altas y el buen gusto y la armonía deteriorados en las áreas de descanso de las carreteras. Otros con billetes y poco conocimiento y los cada vez más habituales que encuentran la compensación al resto de su vida en el ordinario hábito de acelerar motores que apenas pueden mantener. Cada vez hay más gente que enardece lo vulgar; lo compartido en grupo cuanto mayor mejor. No confían en lo que les toca vivir si no lo graban y menosprecian lo que acontece y brilla por un instante si llega en un momento que nadie más lo a...